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Podría destruirte’: Una mirada al consentimiento sexual de la mano de Michaela Coel

  • Sara Comendador Sotos
  • 17 oct 2020
  • 9 Min. de lectura

Una apuesta rompedora y provocativa que explora las relaciones en la vida contemporánea


Por: Sara Comendador Sotos


ADVERTENCIA: contenido relacionado con agresiones sexuales y contiene spoilers


Si no has escuchado hablar de ella apúntala porque es una de las series del año, ‘Podría destruirte’, que en España podemos ver a través de HBO, es una producción de la BBC One y HBO creada por Michaela Coel, actriz, guionista, poeta y cantautora británica de ascendencia ghanesa.


Su carrera empezó con una obra de teatro estrenada en salas londinenses llamada Chewing Gum Dreams, que más tarde sería adaptada a la televisión en forma de serie de la mano de Channel 4. Esta serie, al igual que Podría destruirte, está basada en experiencias de Coel y le otorgó 2 premios BAFTA. Está protagonizada por Tracey Gordon, hija de inmigrantes ghaneses, criada por su madre y su hermana en un piso de protección oficial y en un entorno evangélico. Michaela Coel ha trabajado como actriz en Black Earth Rising, una serie en la que interpreta a una investigadora que fue rescatada del genocidio de Ruanda cuando era pequeña y que está disponible en Netflix, también ha aparecido en otras producciones como Black Mirror o Been So Long.


Una noche de 2016, mientras escribía la segunda temporada de Chewing Gums decidió tomarse un descanso y quedó con un amigo en un bar. Le echaron algo en la bebida y dos hombres la agredieron sexualmente. Recuperó su conciencia en la oficina de producción de Fremantle Media, su teléfono se rompió y terminó de redactar ese episodio en un estado amnésico causado por las drogas. Durante las siguientes 24 horas empezó a ver imágenes de la noche anterior en su cabeza: un hombre con una camisa rosada y las fosas natales dilatadas. En Podría destruirte, Coel ficciona este acontecimiento de su vida haciendo un análisis del consentimiento y las relaciones desde varios puntos de vista.


En el primer episodio, seguimos a Arabella, que está en Italia esperando un taxi para volver a Londres, tras haber pasado unos días trabajando en su próximo libro, o eso es lo que creen sus editores, cuando su principal motivación de ir es pasar unos días con Biagio. Una vez en Londres, queda con un grupo de amigos, entre los que se encuentra Simon (Aml Ameen), que la invita a salir de fiesta al Ego Death Bar, un plan que para Bella resulta mucho más atractivo que pasar toda la noche escribiendo.


Arabella se despierta en la silla escribiendo el borrador de su novela y vemos que su móvil está roto y que tiene una herida en la frente. Su confusión y la amnesia provocada por la sustancia que le echaron en la bebida se manifiestan en los planos siguientes donde vemos que Arabella no deja de recordar fragmentos de la noche anterior y nos transmite el agobio que ella siente: se intercalan planos, oímos las voces en eco…A partir de este momento como espectadores presenciaremos los fogonazos que Arabella recibe en los que su memoria trata de reconstruir esa noche y donde al principio el rostro de su agresor va cambiando.


Del mismo modo, la estructura narrativa de la serie utiliza los saltos temporales para que comprendamos mejor a los personajes o el entorno social en el que viven. Por ejemplo, el episodio en el que Arabella conoce a Biagio en Italia y Terry hace un trío nos ayuda a entender cómo ambas han llegado al momento presente y más adelante podremos acompañarlas mientras reexaminan su pasado. Otra vista atrás en el tiempo nos lleva a la época de instituto de Arabella y Terry, donde vemos cómo entran en juego cuestiones raciales y de género y las barreras entre agresor y víctima se difuminan ya que vemos el poder del privilegio blanco, con Theodora acusando de violación a un chico negro, pero antes de eso también somos testigo de cómo este chico se aprovecha del privilegio masculino y le toma fotos íntimas, por no mencionar que su relación está exclusivamente centrada en su placer.

La trama de Podría destruirte tiene como elemento principal la violación que sufre Arabella pero no queda estancada en eso ni nuestra protagonista es victimizada, vemos cómo continúa con su vida y cómo a medida que avanza la acción se nos hace reflexionar acerca del consentimiento y las relaciones desde ópticas distintas. La serie demuestra a través de distintas historias que los abusos sexuales no siempre tienen una forma tan clara y violenta como la violación que sufre Arabella en la discoteca, sino que pueden enmascararse en situaciones que quizá tenemos normalizadas.


Bella se acuesta con Zain, quien en mitad del acto se quita el condón sin avisar, haciendo lo que se conoce ahora como stealthing. Al principio el gaslighting que Zain hace a Arabella cuando esta se da cuenta de lo que ha pasado hace que ella no sepa muy bien cómo procesar la situación, si sería exagerado que se enfadase, así que no le da mucha importancia. Más adelante vemos que aprende que el stealthing (quitarse el condón durante el sexo sin el consentimiento de la pareja) es bastante común y que se considera violación en la legislación británica.


Pero Arabella no es la única que se encuentra en situaciones en las que el consentimiento tiene importancia. Terry, su mejor amiga, tiene un trío en Italia con dos hombres que cree que no se conocen pero cuando ya se han ido y les observa desde su ventana, ve cómo chocan las manos y se marchan juntos. Durante mucho tiempo Terry se siente orgullosa de esta aventura sexual pero una conversación con un chico más adelante hace que la realidad le golpee de repente y se da cuenta de que fue un trío planeado, de hecho en el último episodio cuenta que quizá vaya al grupo de apoyo de Theodora para procesarlo.


Por otra parte, con Kwame somos testigo de cómo la era digital ha mercantilizado de algún modo el sexo y las relaciones afectivas. El amigo de Arabella está constantemente pegado a Grindr y en una de sus citas, cuando Kwame se va a ir, Malik le empuja a la cama y abusa de él. Le resulta muy difícil procesar su propia agresión sexual, tanto personal como legalmente, porque cuando acude a la policía vemos que la justicia británica no tiene muchos recursos para lidiar con la violación de un hombre homosexual.


También merece la pena mencionar que la serie no hace un retrato de personas ejemplares sino que todos cometen errores, tratan de educarse y examinar el modo en el que se relacionan con los demás. Como Michaela Coel dijo a la BBC Radio en el podcast Obsessed with…: “Nadie se equivoca…cuando trabajaba con los actores les pedía que fueran fieles a su narrativa, que tuvieran empatía por sus personajes”. Lo que la creadora de la serie pretendía no era responder a las cuestiones de quiénes son buenos y quienes son malos sino ver cómo interactúan entre sí personajes que creen que tienen la razón y que se justifican en lo que han vivido.


EL EPISODIO FINAL, “EGO DEATH”


Analicemos el episodio final, llamado “Ego Death” y no por casualidad ya que, como Michaela Coel ha contado en el podcast Obsessed with…, “todo significa algo”. En la capa más superficial, el Ego Death Bar es el bar en el que Arabella es violada y vemos cómo al final de la serie se vuelve algo casi rutinario ir a su terraza para ver si algún día entra por la puerta su violador y así puede identificarle. Si pensamos en la muerte del ego podríamos pensar que Coel nos invita a reflexionar acerca de la evolución de Arabella a lo largo de la serie. Es difícil definir qué es el ego por las distintas acepciones que se le han dado a lo largo de la historia pero nos serviremos de la que dice que “el ego es la instancia psíquica mediante la cual una persona se reconoce como “yo””.


La estima que nuestra protagonista tiene hacia sí misma cambia en el momento en el que es violada. Al principio le cuesta creer que eso le haya pasado a ella y atraviesa una fase de negación porque cuando va al grupo de apoyo no se identifica como víctima sino que dice que va para “aprender a evitar ser violada”. No quiere enfrentarse a la idea de que es una víctima porque cree que eso la hace menos fuerte, se aísla de su entorno, acude a las redes sociales, que drenan su energía por completo. En el episodio 9, su terapeuta nos explica esto: Arabella tiene una percepción de sí misma y todo lo oscuro que contradice su percepción lo esconde debajo de su cama, la única forma de recuperarse es confrontar esos sentimientos. Matar al ego es la única salida, algo que Bella acabará haciendo, ya que en este final nos muestran las tres posibilidades del tipo de persona en el que Arabella podía haberse convertido para finalmente escoger una donde se valora a sí misma y sana mediante la introspección.


“Ego Death” nos muestra tres escenarios imaginarios, al principio no sabemos si lo que vemos está sucediendo pero nos damos cuenta de que son fantasías cuando vemos que la protagonista vuelve al patio trasero y está hablando con su compañero de piso Ben, que está cuidando a sus plantas y le pregunta que cuáles son sus planes de esta noche, si va otra vez a vigilar en el bar.


Después de haber estado noches vigilando sucede, Arabella ve al hombre que la agredió. La primera versión es la de venganza. Arabella tiene un plan que pasa por drogar a David y dejarle con la cabeza sangrando tras pegarle una paliza. Este escenario consiste en dar al violador de su propia medicina, un final que para Coel lo que hace es que nos convirtamos en lo que odiamos. “A veces veo cosas y al final pienso, me habéis dejado hecha un lío y estoy ansiosa y desesperanzada”, afirmó Michaela Coel en una entrevista con Vulture, “pienso que el bienestar de la audiencia importa y cuando estoy contando una historia pienso en cómo dejo a los espectadores”.


En este escenario se nos introducen los elementos visuales y el ritmo narrativo que el resto del episodio va a adoptar: se usan luces de neón, el sonido de la música del bar…se crea un ambiente que nos pone en situación. El segundo escenario empieza de una forma similar al primero solo que ahora quien tiene el plan no es Arabella, sino Terry. Cuando David conduce a Arabella al baño le dice: “Hola, David. Me has puesto algo en mi bebida”, en ese momento la agresividad se apodera de él, que empieza a vejar a Arabella diciéndole que “hay guerras en Irak” y que su dolor no importa nada frente a semejantes atrocidades. Este argumento nos da otra pista de que todo es una fantasía fruto de la imaginación de la protagonista ya que ella misma infravalora su dolor de esta forma ante su terapeuta en una de las primeras visitas. Entonces la situación da un giro inesperado, David rompe a llorar pidiendo perdón y Arabella se lo lleva a su cuarto mientras mantienen una sosegada conversación donde él detalla el tratamiento que recibió en prisión por distintos tipos de violación. Es un escenario difícil de entender en el que Arabella opta por la empatía extrema y vemos que su agresor no entiende cómo no le tiene miedo ni sabe cómo comportarse. Al final la policía llega a su apartamento y vemos cómo Bella le da un abrazo antes de despedirse y empieza a escribir en las notas que pega en su pared.

El tercer escenario empieza con Bella y Terry en el baño y es el más fantástico de los tres, ya que cuando salen el Ego Death Bar está casi vacío y es de día. David está en la barra, Arabella se acerca y empieza a ligar con él. Acaban en su habitación haciendo el amor, los papeles se invierten hasta tal punto que ella le penetra a él y a la mañana siguiente, David le dice “No me iré a no ser que me lo pidas”, ella le dice que se vaya y se marcha, pero no solo, ya que le sigue la versión del David sangrante.


Al final de todas estas fantasías Arabella acude a las notas que se encuentran en la pared, las que le ayudan a estructurar su libro. No encuentra el final en ninguno de esos escenarios imaginarios sino que lo encuentra dentro de sí misma, a través de la introspección hace lo que le recomendó su terapeuta: explorar sus sentimientos para entenderse y así encontrar paz dentro de ella.

El cuarto escenario es su realidad: Bella le dice a Ben que esa noche no va a ir al bar a vigilar, que se va a quedar en casa y le da un abrazo. El paso del tiempo se manifiesta en nuevas plantas que han crecido en el patio, Arabella presenta su libro January 22nd, que ha dedicado a Terry. La portada del libro es una modificación del dibujo que hizo su terapeuta que nos indica que ya no existen esas tres partes separadas, Arabella es una versión integrada, más fuerte. Entonces comienza a leer y el plano se funde para mostrarnos a Arabella sonriendo a la cámara y corriendo en la playa italiana: un momento de paz que le ha dado contar su historia.


Cuando Michaela Coel dijo que mientras escribía la serie pensaba en el bienestar de la audiencia lo decía en serio. Acabas el episodio con un sentimiento esperanzador y reconfortante, te alegras de haber hecho este recorrido con Arabella y te hace sentir que no todo está perdido, que los traumas no tienen por qué condenarnos por siempre.



PODCAST


Obsessed with...I May Destroy You

Series 1: 11 + 12 “Would You Like to Know the Sex?” + “Ego Death” feat. Michaela Coel


BBC Sounds tiene el podcast Obssesed with conducido por Sophie Duker en el cual suelen hacer recaps de series. La última escogida ha sido Podría destruirte y en el último episodio del podcast hablan con Michaela Coel acerca del final de la serie, muy recomendado si queréis saber más.



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