38 Años después de la última guerra colonial: Las Malvinas

Argentina: un aniversario más reivindicando su soberanía sobre el territorio en litigio desde tiempos coloniales

Por: Alejandro Hernández Villas

El pasado 14 de junio se conmemoró el ya trigésimo octavo aniversario del último conflicto colonial: la Guerra de las Malvinas. Un enfrentamiento entre dos naciones occidentales y anticomunistas en plena Guerra Fría, que si bien muchos expertos han calificado de “anacrónica”, supuso la última batalla aeronaval importante desde 1945, ya que fue la causa de que Margaret Tatcher fuera renombrada como “La dama de hierro”, recuperando la confianza de la ciudadanía británica durante la crisis minera que atravesó Reino Unido durante la década de los ochenta. Y de forma simultánea propició la caída de la dictadura de Leopoldo Fortuato Galtieri conocida como el Proceso de Reorganización Nacional, permitiendo la instauración de la democracia en Argentina.

El 2 de abril de 1982, la dictadura argentina de carácter cívico-militar, en un intento de legitimación y de blanqueo de la misma, llevó a cabo una invasión militar, denominada Operativo Rosario, para reclamar un territorio bajo soberanía británica desde 1833, provocando, como consecuencia, un conflicto que se cobró la vida de 255 soldados británicos, 3 civiles autóctonos de las islas y 649 soldados argentinos. El Día del Veterano y de los Soldados Caídos por la Guerra de las Malvinas, sirve para conmemorar a estas víctimas por la confrontación. La celebración de este día importante para la ciudadanía argentina, debido a la cuarentena ocasionada por el Covid-19, se llevó a cabo desde los hogares y las redes sociales, mediante recitales de música, alzamiento de banderas y la convocatoria de los ciudadanos a cantar el himno nacional desde sus casas. El presidente del gobierno argentino, Alberto Fernández, expresó su apoyo en su cuenta de Twitter mediante las siguientes declaraciones: “Por historia, por geografía, por derecho, por sentimiento y por nuestros caídos y excombatientes. Hoy, como cada 2 de abril, reivindicamos nuestra soberanía y decimos, como siempre: ¡Malvinas Argentinas!”. Así mismo, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se unió a los mensajes de apoyo, proponiendo a todos los ciudadanos argentinos cantar La Marcha de las Malvinas, una canción compuesta en la década de los 40 para reivindicar la soberanía sobre el archipiélago. Por otra parte, el ministro destacó las acciones de las fuerzas del orden argentinas para combatir la pandemia con la construcción de hospitales de campaña móviles y el reparto de alimentos en los barrios más desfavorecidos.

“Súmate a nuestros héroes”, es otro lema que recorre las redes sociales, debido a la presencia de La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e islas del Atlántico Sur, la cual anima a los familiares a subir las fotografías e historias para recordar a las víctimas del conflicto.

Además de lo mencionado, la tradicional vigilia por los caídos de la guerra celebrada desde 1995, a causa de la pandemia fue cancelada. No obstante sus organizadores: La Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e islas del Atlántico Sur ha permitido que se realice dicha celebración en formato online, para posteriormente entonar el himno nacional y concluir con un minuto de silencio.

LAS MALVINAS A LO LARGO DE LA HISTORIA

Las bases de este conflicto son de un marcado carácter colonial, debido a que la soberanía de este territorio denominado “en litigio” por las Naciones Unidas, ha pertenecido a múltiples países a lo largo de la historia. Primero, constituyó la colonia francesa de Puerto Luis en 1765; un año más tarde se llevó a cabo una ocupación británica en la Isla Trinidad (al norte del archipiélago) constituyendo la colonia del Puerto de Egmont, provocando un conflicto de soberanía con España, la cual consideraba que las Islas Malvinas formaban parte de su territorio colonial en Sudamérica. Finalmente, tras el abandono de las colonias francesas y británicas en 1774, España anexionó las Islas Malvinas a la colonia del Virreinato del Rio de la Plata hasta que las Cortes de Cádiz en el 30 de marzo de 1812 aprobaron el acuerdo de la Junta de Guerra de abandonar el archipiélago, debido a la invasión napoleónica y la reciente guerra de independencia argentina. Posteriormente, el incipiente gobierno de las Provincias Unidas del Rio de la Plata tomó posesión del territorio insular mencionado desde 1820 hasta 1833, fecha donde Reino Unido ocupó militarmente el archipiélago por haber constituido una colonia del Imperio Británico, siendo esta la causa directa que explica el resurgimiento de la polémica colonialista en la guerra vivida hace apenas 38 años.

El hundimiento del ARA General Belgrano C-4, ¿un crimen de guerra?

El hundimiento del buque de guerra ARA General Belgrano C-4 es un tema controvertido para la memoria histórica de los ciudadanos argentinos, debido a que el suceso se dio fuera de la Zona de Excusión Total (ZET) establecida por Reino Unido, siendo considerado como un ataque ilegal y cobrándose la mitad de las bajas argentinas de toda la guerra. La ZET, consistía en un radio de 200 millas náuticas en torno al archipiélago de las Islas Malvinas, donde cualquier navío o aeronave sería agible a ser interceptada por parte de las fuerzas británicas. Debido a que el siniestro se propició a 30 millas de la ZET, el 2 de julio de 2000, los familiares de las víctimas denunciaron a la ex ministra británica, Margaret Tatcher, por “homicidio calificado” ante el Tribunal Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo, el caso fue rechazado el mismo mes de su denuncia. No obstante, existe una negativa ante la supuesta ilegalidad del hundimiento de la embarcación mencionada por parte de autoridades militares tanto argentinas como británicas, alegando que el suceso es una acción bélica, debido a que ambos países se encontraban en una situación de conflicto, permitiendo a la Royal Army atacar al Belgrano de forma legítima sin tener en cuenta la zona de exclusión mencionada, ya que solo tiene efecto en situaciones de bloqueo naval. Además, esta embarcación aparte de estar acompañada por dos destructores, contaba con cañones de largo alcance de veinte kilómetros permitiéndole la posibilidad de interceptar navíos británicos. Según las declaraciones del Almirante Molina en 2005 para el periódico argentino, “La Nación”, afirmó: “No fue un crimen de guerra, […] los 323 tripulantes que ofrendaron sus vidas no fueron asesinados[…].”