Los galones en Europa pesan: Bayern campeón

José Miguel Márquez Troyano
11 sept 2020
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En la final de una Champions League, que jamás se olvidará, el campeón alemán supo manejar el partido ante un equipo nobel en esa batalla como era el Paris Saint-Germain.

Por: José Miguel Márquez Troyano

A nadie le cabe duda de que esta Champions League que hemos vivido es una de las más convulsas de la historia de la competición, pues tuvo que suspenderse a consecuencia de la pandemia y se retomó en una ciudad neutral como la de Lisboa, metiendo a todos los equipos en ‘burbujas’ para evitar cualquier contacto, más allá del necesario, con el fin de evitar un gran número de positivos, lo que habría puesto en jaque al fútbol europeo.

Será en la siguiente doble página en la que trataré la actuación de los equipos españoles en la fase final de esta competición, y por ello me gustaría centrarme ahora en algunas de las claves que nos ha dejado este torneo: el fútbol. Aunque la competición haya tenido que finalizar en Lisboa, a nadie se le tiene que olvidar los grandes momentos vividos con anterioridad, pues pueden parecer muy lejanos.

Bayern, campeón

Lo primero y más importante: el Bayern de Múnich consiguió levantar su sexta Copa de Europa en el Estádio da Luz de Lisboa frente a un conjunto como el Paris Saint-Germain que jamás se había visto en la final de la máxima competición europea de clubes.

Fue una final trepidante que se llevaron los bábaros a base de cabeza y táctica. Muchos consideraban que iba a ser una apisonadora después de lo que se vio en cuartos de final frente al F.C. Barcelona, pero no pudo ser así debido a que el club parisino salió con las ideas muy claras desde el túnel de vestuarios.

Un gol de Coman en el minuto 59 fue el que, a la postre, sirvió para darle la orejona a los de Flick. Y no podía ser otro que Coman, jugador nacido en París, canterano del PSG, y que terminó con las aspiraciones de su club de pequeño respecto poder levantar la primera Champions League de su historia.

Por parte del Paris Saint-Germain se esperaba a dos hombres: Neymar Jr. y Kylian Mbappe; ambos desaparecidos en una buena parte del combate y con una actuación más que decepcionante en el mejor momento para brillar. Las lágrimas del brasileño al final del partido demuestran para qué llegó al club francés: para pasar a la historia como aquel jugador que dejó uno de los mejores conjuntos de Europa para ganar una Champions con un club nobel en ese aspecto. Tendrá que lucharlo el año próximo.

La Champions de Lewandowski

Si este año hubiera habido Balón de Oro, el polaco habría sido el gran favorito para llevárselo, pues ha terminado esta edición de la Champions League con 15 goles, siendo el máximo goleador de la competición. Este hito aumenta en valor si decimos que desde la temporada 2006/2007 no lo era nadie más allá de Messi y Cristiano Ronaldo.

Del mismo modo, el ‘9’ del conjunto bávaro también se llevó el galardón al máximo anotador de la Bundesliga alemana con 34 tantos en su casillero.

La que le faltaba al Liverpool

El ganador de la Champions del año anterior había sido el Liverpool de Jürgen Klopp, equipo que ha conseguido en la temporada 2019/2020 llevarse su primera Premier League (bajo esta denominación) de su historia y que se tradujo en la primera liga inglesa en su haber desde la ya lejana temporada 1989/1990.

Era la temporada para que los reds se confirmasen como los ‘amos y señores’ de Europa, pero un extraordinario partido en Anfield del Atlético de Madrid el 11 de marzo les apeó de una competición que podrían haber ganado en una fase final como la vista en Lisboa, en la que los equipos tuvieron que triunfar a base de físico y pequeños destellos (salvo el Bayern). Pero eso nunca lo sabremos.

Los cachorros que se convierten en leones

Y algo que nos confirmó esta edición de la Champions es que la etapa dorada de la rivalidad entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi forma más parte del pasado que del presente, pues en esta temporada han surgido nombres propios como los de Haaland (10 goles en la competición) o Gnabry (9 goles); también el propio Atalanta de Gasperini que ilusionó a media Europa respecto a sus posibilidades aun siendo un underdog; o un equipo como el Bayern, que ha conseguido ganar los 11 partidos que ha disputado.

Posiblemente quede algún que otro destello de dos de los mejores jugadores de la historia de este deporte, pero si algo denota el rendimiento de ambos jugadores en esta edición es que estamos presenciando el final de una rivalidad que pasará a los libros de la historia de esta competición y del fútbol con letras de oro.